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[Foto: La poeta Betina Edelberg, por Felka Kornreich]
'La pluma encantada':
...después se mudaron [los Borges] a Quintana 222, número que Güiraldes amaba de modo cabalístico, solía comentar Borges.
El creador de Historia universal de la infamia, El Aleph y Ficciones fue uno de los escritores más reconocidos y polémicos que vio nacer nuestro país. Desde su literatura de ficción aún hoy logra captar la atención no sólo del gran público, sino también de filósofos, teólogos, semiólogos y hasta matemáticos, que penetran una y otra vez en el mundo borgiano. Muchas de sus magistrales obras las pergeñó en Quintana 263 –frente a su anterior domicilio–, donde se instaló en 1942 junto a su madre.
[Foto 24 de agosto 2002: Gerardo Lehmann y Betina Edelberg descubren la placa en Quintana 222; Jorge Luis Borges soñó ahí el mancebo de 'Las ruinas circulares' en el fervor de su relación con el bello mancebo Adolfito, metáfora de su relación demiúrgica íntima con su joven maestro a quien quiso tanto durante el resto de su vida. Otra placa fue inagurada por Silvia Renée Arias -biografa de Adolfo Bioy Casares- en Quintana 263 en honor a la pareja Adolfito y Georgie, que ahí engendró al inolvidable Bustos Domecq.]
Justamente allí se encuentran actualmente dos placas recordatorias que Betina Edelberg, poeta y amiga de Borges –residente del barrio y Presidenta de la Sociedad mundial de Amigos de Jorge Luis Borges en Argentina–, pidió colocar en honor a su compañero de aventuras literarias.
Es que las calles recoletenses provocaron su pluma: “Sombra benigna de los árboles, viento con pájaros que sobre las ramas ondea, alma que se dispersa entre las almas, fuera un milagro que alguna vez dejaran de ser, milagro incomprensible, aunque su imaginaria repetición infame con horror nuestros días. Estas cosas pensé en Recoleta, en el lugar de mi ceniza”.
Ya en 1955 Borges se encontraba ciego casi por completo. Sin embargo, la enfermedad no fue obstáculo para su trabajo y continuó dictando poemas, cuentos y ensayos, que le dieron una trayectoria de 50 años de escritura magistral.
Falleció el 14 de junio de 1986 en Ginebra, poco después de haberse casado haber sido cazado por con su ex alumna y secretaria, María Kodama. Sus restos descansan en el cementerio de Plainpalais, muy lejos de su Recoleta querida
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"Le pregunté una vez más qué había soñado y me volvió a decir que nunca soñaba. Yo no podía seguir queriendo a una mujer que nunca soñara", me dijo Borges [acerca de Elsa Astete, la mujer que le impuso su Madre en 1968 para que lo cuide ya que ella -doña Leonor tenía más de 90 años- temía no poder seguir cuidando de su "niño Georgie"] con su escondido tartamudeo y sacó su famoso pañuelo marchito y cubrió su entrecortada carcajada sonrojada.
Betina Edelberg
Queridos amigos en Borges, digo esto porque quienes están aquí, en este país de olvidos, compartimos el respeto a la memoria de Borges.
La Sociedad Mundial de Amigos de Jorge Luis Borges hubiera querido recordarlo y descubrir las placas, el domingo 24 de Agosto, fecha de su nacimiento, pero la coincidencia con las elecciones demoró nuestro propósito.
Imposible realizarlo, en primer término, sin la incansable tarea del doctor Miguel Ángel Meizoso, fundador de los Amigos de Borges, quien eligió los textos de las placas.
Imposible sin la generosa colaboración de los doctores Hernán España y Carlos Martínez secretario y tesorero de la Comisión Directiva del Club Francés, adónde continuaremos nuestro homenaje, luego de inaugurar las placas.
Quiero agradecer a los copropietarios de la avenida Quintana 222 y 263, que con gran entusiasmo compartieron el proyecto.
Un gran reconocimiento al editor Juan Lázara, quien, a pesar de estar desbordado por otros importantes compromisos, colaboró con generosidad. Vecino del campo de los Bioy habla de la familia y del mundo de las estancias en sus libros“Antes del 900” y “Años de mocedad”
Y quiero destacar muy especialmente a la doctora Betania Aprile, Directora General del Consejo de Gestión y Participación 2 Norte, quien, con toda naturalidad, sin aires de funcionaria, resolvió dificultades que parecían insalvables.
Quiero agregar que el diseño de las placas y del material gráfico se debe a la talentosa colaboración de monsieur Nicolas-Alexandre D. Truillet, creador también del sitio de los Amigos de Borges en Internet.
Debo decir que me encontré con gente que me descubrió la vigencia de los mejores atributos nuestros en tiempos de incredulidad.
Estamos en la avenida Quintana 222, en un solar en donde existió la casa de los Borges. Aquí vivieron desde 1924 hasta 1930. Aquí vivió un Borges joven.
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Betina Edelberg
Fragmento inicial de las Celebración en honor de Borges y Bioy, presidida por Betina Edelberg, 31 Agosto 2003, Barrio de La Recoleta, Ciudad de Buenos Aires